Hispania en la visión de un naturalista del siglo I

Después de ésta (Italia) y si se exceptúan las fabulosas maravillas de la India, yo desde luego situaría después a Hispania […]

Aunque sea en parte árida, sin embargo allí donde produce es fecunda en cereales, en aceite, en vino, en caballos y en metales de todo tipo; en eso la Galia está a su altura, pero Hispania la supera por el esparto de sus tierras desérticas y también por la piedra espectacular así como la calidad de sus tinturas, por su animación en el trabajo, por su entrenamiento de esclavos, por la resistencia física de sus hombres y por la hermosura de sus sentimientos.

Plinio el Viejo, Historia Natural, 37, 203

Recreación de la ciudad de Terragona, hoy Cataluña